Basándonos en la planificación, cominzamos a diseñar la apariencia visual del sitio web, incluyendo la disposición de los elementos, la selección de colores, tipografía y otros aspectos estéticos. Luego, pasa al desarrollo, donde se traduce el diseño visual en código utilizando lenguajes como HTML, CSS, y JavaScript para crear la estructura y funcionalidad del sitio.